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L’Orangerie Alvear Palace en Buenos Aires : Afternoon High Tea

Siempre que venía a Buenos Aires queria ir a L´orangerie ubicado dentro del que se puede considerar el hotel más lujoso de la capital porteña, siempre por motivos de agenda o porque no me alcanzaba el tiempo no lo concretaba.

En este último viaje de enero 2020 (antes de la crisis del coronavirus) , pude ir y esta fue mi experiencia, desgraciadamente tenia mas imagenes pero mi teléfono se averió y se perdieron casi todas las fotos y solo rescate algunas de mi s redes sociales.

Llegue a eso de las 5PM por que era la hora del te, al no estar lleno el lugar me pudieron acomodar dentro del del patio que está acristalado el cual es bellisimo.

Apenas nos sentamos apareció un camarero extremadamente bien «atildado» ( bien vestido, esta palabra ya no la usan en México desgraciadamente) y con guantes blancos el cual se presento y nos brindo la carta para que decidieramos que te o infusión queríamos tomar.

Yo me fui por el Alvear Blend el cual es una mezcla de té negro + cítricos del mediterráneo + almendras + pétalos de rosas. Este blend fue creado por Inés Berton que es la dueña de Tealosophy en Buenos Aires y se dedica a crear blends de té, aparte ella es una de las mejores sommeliers de té del mundo.

Hay que mencionar que las mezclas de té se realiza en el momento y no son en bolsita, además de que la vajilla es muy elegante y está fabricada por Noritake en Japón.

Llegó la torre con todos los duces y emparedados que describire a continuacion:

Piso superior: Pastelitos, mini opera, mini lemon tarts, mini crumble de manzana

Piso de en medio: Emparedados de salmon con crema y caviar, emparedados de pepino y eneldo, emparedados de roast beaf

Piso inferioir: Emparedados de miga de queso con toma deshidratados, jamon con queso.

Aparte te traen un plato con scones tibios y jaleas de naranjas y frutos rojos así como crema de limón.

Por ser domingo el dia que fui, el champagne era ilimitado. Me bebí unas 3 o 4 copas. Quiero destacar que nuestro camarero nos ofreció llenar la tetera con más té en varias ocasiones, pedimos una segunda ronda de té y no nos la cobraron al igual que las copas adicionales.

¡La tetera tiene una asa acolchada para que no te quemes los dedos!

Ya al final después de tanta comida nos dijeron que si queríamos una tartaleta que traen en un carrito, yo estaba full pero igual la pedí para probarla ya que estaba incluida en el precio, había las clásicas como cheesscake, opera, milhojas, tartaleta de queso, pero yo me decanté por una tarta de manzanas caramelizadas en forma de rosca.

La tartaleta estaba muy buena pero la verdad es que ya habia comido demasiado.

El costo del te fue aproximadamente 30-35 dólares para 2 personas ya con todo incluido.

La verdad es una experiencia muy agradable si vas a Buenos Aires y te gusta tomar el té, es algo que es casi imposible de encontrar en México con ese mismo nivel de calidad y entorno.

#Latam50BestRestaurants Narda Comedor en Buenos Aires

Cuando supe que Narda Lepes abriría un restante en  Buenos Aires no dude en poner a Bs. As. En mi lista de próximos destinos, aparte de que la capital porteña es uno de mis destinos preferidos en el mundo. Soy fan de Narda Lepes desde el 2005 aproximadamente, cuando se empezó a emitir programas en el canal de cable El Gourmet donde salía preparando recetas de su autoría  o bien haciendo viajes por el mundo para descubrir su gastronomía como Marruecos, Inglaterra, Grecia, Vietnam o Japón.

También el 2008  hice un viaje a la Argentina donde aproveche para comprar su primer libro que publico ese año llamado: Comer y pasarla bien, el cual guardo con mucho recelo en mi casa.

Bueno en pocas palabras soy súper híper mega fan de Narda y su estilo desenfadado para cocinar y expresarse, tanto así que ella me motivo a ir a Marruecos por la forma en que te transmite su experiencia.

Esa noche no hice reserva, llegue directito al restaurante  ubicado en Belgrano en Mariscal Sucre #664. Al llegar la entrada es súper discreta, solo hay un pequeño anuncio que dice NARDA muy al estilo nipón.

Al ingresar, la decoración del lugar es muy desenfadada, con un toque retro 60s/70s de la barra, y en general muy blanco y lumínico sin estridencias. El lugar estaba lleno sobre todo de  brasileiros bien atildados  que parecía que empezaban la noche y después se irían de fiesta por Bs. As.

Me asignaron mesa y al minuto se apareció una camarera con acento “venezolano” súper simpática y chévere  quien me mostro la carta que a continuación pongo:

Aclaro que los precios son de hace más de un año, por lo que no están actualizados. Los platillos están escritos en idioma “nardeano” ósea con las palabras que usa Narda, no tienen muchas explicaciones los platillos de cómo están compuestos pero están escritos de una manera muy original que hace que pongas a trabajar la imaginación o bien preguntes a tu camarero de que va cada platillo. ¿Quizás sea para dejar mucho a la imaginación y que cuando recibas tu plato te lleves una sorpresa?

Nos pedimos una burrata con higos, ciruela y jamón crudo; vino tinto y un “hallumi” con palta que describiré más delante.

La mesa está decorada muy simple sin ornamentos excesivos ni estridencias, solamente hay una base al borde la mesa para poner platos y un   contenedor cuadrado de madera donde van los cubiertos y los puedes tomar a libertad.

Nos  pusieron una “manteca al techo” que es una mantequilla con especias y flores decorativas y unos trozos de hogaza de masa madre que estaba muy bueno.

Al estar sentados cercas de la barra podíamos ver las creaciones  de mixologia del bartender.

Llego el primer platillo que era la burrata estilo capresse.

Explico el plato, era una burrata que  es una  bola de mozzarella rellena de crema ( la cual al partirla obviamente sale crema), pero estaba con un twist muy “a lo Narda” tenía avellanas fritas, eneldo,  hojas de albahaca ( obviamente)  así como hojas de cilantro pero no ese cilantro mexicano que tiene un sabor muy invasivo y destructor sino que era un especie de cilantro asiático más suave.

Tenía obviamente tomatitos mini, jamón crudo  o serrano ( amo el jamón serrano) y todos estaba  bañado en una salsa de pesto muy  suave de sabor a hierbas pero que estaba un poquito salada, al mezclar los sabores que en si eran de un sabor suave con el pesto salado se equilibraba muy bien todo. Una combinación bien armada y con mucha lógica que me encanto.

Después llegaría el hallumi asado, que el hallumi es una queso de la isla de Chipre en el mediterráneo, este queso que ignoraba su existencia porque en México no lo encuentras tiene una textura similar al queso feta pero combinada con un queso más blando como el queso panela o bien el queso de burgos en España, es como si el queso feta y uno blando tuvieran un hijo y sale el hallumi que no es salado en sí pero tiene una textura semi granulosa  pero es compacto a la vez.

El hallumi venia ligeramente asado acompañado de media palta o aguacate que a su vez tenia cebollas  moradas en conserva estilo japonés, cilantro,  maní ,  semillas de mostaza y  estaba  bañado con una salda estilo oriental tipo tailandesa de chile  un poco dulce.

Este último plato fue el que más me cautivo por la combinación de elementos asiáticos y mediterráneos que daban un contraste entre sí pero  que a la vez se unían de una forma donde  hacían una sinergia explosiva de sabores muy “umami”

El restaurant  ofrece esta mezcla de sabores y  platillos orientales, asiáticos y mediterráneos  muy en sintonía con la onda de Narda y su forma de cocinar que me encanta.

Puedes encontrar en el lugar productos que vende Narda, desgraciadamente esa noche no la encontramos allí laborando, tenía muchas ganas tan siquiera de verla de lejos, pero a la próxima que pueda vuelvo.


No hubo postre, por que en una ciudad como Buenos Aires hay que medirse con la comida si no quieres que a tu regreso subas de peso.